martes, 12 de noviembre de 2013

ENCUENTRO CON ROBERTO "TITO" COSSA

Tito no necesita mayores presentaciones; Claro exponente de la Generación del Nuevo Realismo que  marco un hito en la historia del teatro.
 El sábado 2 de Noviembre, en la Biblioteca Popular Sudestada de Florida  en Vicente López  están reunidas  30 personas, entre ellos se encuentran  vecinos  y estudiantes  con el objetivo de deleitarse con el expositor.  Contamos con la presencia del escritor y dramaturgo argentino, cuyas obras de teatro fueron: “La nona”, “Gris de Ausencia”, “El sur y después”, “Tartufos”, “Yepetto”, etc. En esta oportunidad amablemente conversó con nosotros acerca del teatro abierto.
-¿Cuéntanos Tito qué fue Teatro Abierto?
 -Fue un movimiento cultural en reacción contra la dictadura que regía en ese momento en el país, con un grupo de gente (autores, directores y actores) que querían contar experiencias de vida, en un coloquio con el público, donde éste se emocionaba. Eran obras que llegaban muy adentro del corazón. Se inició en el Teatro Picadero que en ese momento estaba situado en el Pasaje. Rauch, afortunadamente hoy llamado Enrique Santos Discépolo. Este movimiento hizo su primera experiencia teatral el 28 de julio de 1981, pocos días después, el 6 de agosto mientras Frank Sinatra cantaba en Buenos Aires, una bomba destruyó el edificio. La dictadura lo había mandado a quemar. La solidaridad de muchos, en especial los dueños del Teatro Tabaris, teatro Revisteril, les abrió las puertas para que continúen, este teatro situado sobre la Avda. Corrientes daba mucha más visibilidad a Teatro Abierto. Más de cien pintores regalaron cuadros para ser vendidos y así sustentar este revés. En realidad había nacido en setiembre del año 1980 a instancias del dramaturgo Osvaldo Dragún.  Los autores estábamos prohibidos, nos habían eliminado de las cátedras de Teatro Argentino, nos habían dejado sin ejercer nuestro oficio. Teatro Abierto fue la raíz de otras manifestaciones como Danza Abierta, Poesía Abierta. En la actualidad se lo está reconociendo, me vinieron a ver tres investigadoras: una española, una francesa y una italiana, que en su tesis final van a usar la temática de Teatro Abierto Argentino.
-¿Teatro Abierto fue visiblemente un espacio hacia la resistencia de la dictadura?
-Una característica de las dictaduras argentinas que nunca instalaron oficinas de censura para el teatro. Igualmente fueron quemados el Teatro Estrellas cuyo dueño era Héctor García reconocido periodista, dueño de Crónica tv, también fue quemado el Teatro Payró. La visibilidad, la fuerza del movimiento en conjunto con el público, hizo que la dictadura se enterara que había Teatro Abierto porque lo ignoraba.
El teatro siempre sale porque es una actividad grupal es muy barato, cualquier grupo se junta y hace teatro. La entrada en esos tiempos se cobraba la mitad de la entrada de cine.
-¿Las obras que Ud. presentó tenían una simbología política como “Gris de Ausencia”?
-Gris de Ausencia fue escrito por mí, después de haber visitado a mis amigos exiliados en Europa que la dictadura había echado del país. Estaba impactado por el tema del exilio, y el tener que volver me tenía muy preocupado, volvía con mucha inseguridad. El informe de la OEA, sobre todo cuando estaba en España, diciendo que en la Argentina había campos de concentración, detenidos. En cuanto a mi orientación política soy progresista, socialista, admirador de la Revolución Cubana.
-¿Qué pasó con la gente que resistió y se quedó? ¿Es muy difícil hablar sobre la dictadura?
Del Teatro Cervantes me pidieron escribir una obra para Alfredo Alcón, lo cual es difícil porque Alcón personaliza héroes y yo escribo para antihéroes. Entonces escribo “De pies y manos” donde el personaje que sobrevive luego no pudo superar la tristeza. Este año escribí “Daños colaterales” que habla sobre la dictadura, evidentemente en este tema se tarda muchos años en asumirlo.
- ¿En tu obra hay una crítica a la clase media teniendo en cuenta que la forman los que bajaron de los barcos?
-Soy un hombre de clase media con tías maestras, tíos actores, papá artesano. Se formó esa clase media que no tienen plata pero tampoco tiene hambre. Hablé de este tema en mi primera obra escrita hace cincuenta años “Nuestro fin de semana”, que ahora dentro de pocos días la reponen en el Teatro San Martín.
¿Cuáles fueron sus influencias literarias y sus escritores predilectos?
-A mis 16 años vi la obra teatral “La Muerte de un viajante” de Arthur Miller, ahí nació mi vocación de escritor para teatro. Los comentarios de mis primeras obras, tenían una influencia de Chéjov, autor que me gustaba mucho: El neorrealismo italiano y el cine de De Sica de la época del 60.
-¿Con qué directores te encontrabas más cómodo?
-En general como mis obras tienen una estructura rígida, los directores no tienen mucha oportunidad de cambiar escenas. A los directores no les gustan las estructuras rígidas pero las respetan. No veo casi nunca mis obras. Carlos Gorostiza alguna vez me pidió permiso para sacar una escena, en ese entonces el autor era mucho más respetado, en estos tiempos el rol del autor se está diluyendo, hoy las obras las escriben los mismos que la dirigen, hay menos literatura, menos narración. Muchos autores jóvenes dirigen sus obras, antes se leía mucho teatro, ahora no, lo que me obligó a decir a un periodista, “los autores estamos muertos pero donamos los órganos”.
-¿Qué pasó con Teatro Abierto con el advenimiento de la Democracia?
-Siempre hubo reconocimientos. El último ciclo de Teatro Abierto finalizó dos meses antes de la asunción del Presidente Raúl Alfonsín. Ahí comenzó un nuevo ciclo de directores y autores. En 1985 aparece “El Teatrazo”, un grupo de actores encabezados por Manuel Callau, hacen teatro callejero. No tuvo la misma repercusión que Teatro Abierto, éste era un movimiento antifascista mientras que El Teatrazo es antiimperialista. En la actualidad la continuidad de Teatro Abierto es el Teatro por la Identidad, organizado por las Abuelas de Plaza de Mayo.
-¿Qué motivos los llevaron a crear un espacio de resistencia?
-La derrota de la utopía socialista, el curso del teatro te lleva a temas. En los 81 autores y directores eran todos consagrados, conocidos con trayectoria en Teatro Independiente. Autores como Griselda Gambaro, Eduardo Pavlovsky, Carlos Somigliana y actores como Luis Brandoni, Pepe Soriano, Alfredo Alcón, Carlos Carella.
-“Los espectadores teníamos una emoción muy grande y los aplausos iban más allá del hecho teatral”-.  Esto lo dijo una señora atenta a la charla, a  la cual Tito Cossa le respondió:-  “Nos dábamos cuenta que sentían eso”.
-¿Existió la posibilidad de llevar Teatro Abierto al exterior?
Algunos países latinoamericanos como Uruguay y Chile. Una investigadora española me decía:- “Qué momento para hacerlo en España, sucede que en  Buenos Aires en nuestra actualidad el teatro es un fenómeno único.

Se concluye este grato momento de interacción, siendo su  trabajo de inspiración    a nuevos artistas. Un placer haberlo tenido con nosotros.

Entrevista realizada por Ibeth Herrera , Amalia Mendoza y Liliam Tapia, alumnas de segundo año de la Tecnicatura en Comunicación Social.

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