Se muestra en esta versión el desarrollo de la tragedia griega en su
máxima expresión artística, ubicando a
todos los espectadores en ese contexto, con una historia arraigada en la mitología a lo largo de los tiempos, con sus más oscuros secretos que poco a
poco van saliendo a la luz.
Con una majestuosa puesta en escena en un estilo casi medieval,
se da comienzo a la función.
Con el
escenario en movimiento y una niebla que se desvanece lentamente da lugar a los
Coreutas interpretados por Liza Casullo, Hernán Franco y Raquel Ameri como Corifeo, quienes con
máxima firmeza expresan lo que está a punto de suceder en el palacio, generando
un clima de tensión en la sala. Aparecen en escena el Rey Edipo protagonizado
por Guillermo Angelelli, que se decide
a investigar acerca de la muerte de Layo, sin
darse cuenta de que él es el verdadero responsable, ya que está marcado por una
profecía oscura que se va cumpliendo silenciosamente a cada paso .
En el transcurso de esta historia
van apareciendo en escena el sacerdote interpretado por Daniel
Spinelli, con quien dialoga acerca de sus inquietudes, Pablo Seijo como Tiresias y Creonte protagonizado por
Carlos Defeo con quien discute sobre su trono y sus actitudes frente a diferentes conflictos que el pueblo está viviendo. Se ve la impulsividad de Edipo al querer averiguar su identidad, lo que genera al
mismo tiempo algo interesante en él que es la negación, al no querer
aceptar la oscura profecía, que ya se ha cumplido sin haberse dado cuenta en realidad .
Yocasta, interpretada
por Elvira Onetto, viuda de
Layo al unirse en matrimonio a Edipo, quien
es su hijo de sangre, sin saberlo hace que ambos estén encaminados a un trágico destino.
En escena ellos empiezan a sospechar de los hechos que van ocurriendo a través de la investigaciones realizadas por el mismo Edipo, cuando interroga a Alberto Fernández de Rosa como el Pastor para tratar de desenredar los rumores oscuros acerca de él y acercarse a la verdad absoluta.
En escena ellos empiezan a sospechar de los hechos que van ocurriendo a través de la investigaciones realizadas por el mismo Edipo, cuando interroga a Alberto Fernández de Rosa como el Pastor para tratar de desenredar los rumores oscuros acerca de él y acercarse a la verdad absoluta.
David Palo como Mensajero del palacio y Horacio Roca como Mensajero de Corinto están al tanto de todo lo sucedido y se mantienen alertas ante cualquier suceso palaciego.
También vemos en escena a Sol Titiunik como Antígona y a Lourdes Solé Dolphyn como Ismene, hermanas, niñas inocentes que son a su vez parte de esta tragedia sin fin, llevando la misma sangre que Edipo, su padre y Yocasta, su madre, que a su vez es su abuela. Ellas sufren al ver a su padre preocupado por todo que está sucediendo.
Finalmente el rey descubre su verdadero
origen, afirmando por completo la profecía de su oscuro destino. Esto genera en
Yocasta cierta negación a aceptar que Edipo, su esposo, es su hijo de
sangre e intenta convencer al mismo de todo lo contrario. Pero no lo logra,
porque la verdad había salido a la luz por completo. La desgracia se volvió
realidad y el sufrimiento cubrió de ira y dolor al rey de Sófocles dejándolo
devastado por completo y sin rumbo.
La oscuridad ha invadido el
palacio entero. Se hace presente la tragedia, cuando se conoce que Yocasta se ha suicidado en su habitación, la misma donde dio a
luz a su hijo y esposo. Edipo al enterarse corre hacia el lugar del hecho, llorando a
gritos por su esposa y madre, ya sin vida. Arranca de su vestido dos
botones y empieza a presionarlos fuertemente en sus ojos,
quitándose la vista por completo.
Edipo decide exiliarse y dejar a sus hijas a cargo de Creonte, Se le ofrece entrar en el palacio para encontrar una solución,
pero la decisión ya está tomada por lo que se despide de ellas y parte con rumbo incierto.
Y así aparece en escena Corifeo
dando el final a la obra, remarcando el carácter de esta tragedia griega.
Como espectadora me pareció una extraordinaria obra teatral. Presenciar Edipo Rey fue una experiencia maravillosa. La
expresión artística en escena traspasó el alma de todos y la historia se
entendió a la perfección. Además los integrantes del elenco supieron interpretar muy bien sus personajes, dándoles vida a cada
uno de ellos en el escenario.
Considero que se generó en la sala un clima, que logró atrapar a los espectadores, quienes quedaron fascinados como yo, ante esta increíble tragedia griega.
Cobertura periodística a cargo de Damaris Jiménez Ávila, estudiante de 2º Año de la Tecnicatura en Comunicación Social.
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