jueves, 20 de junio de 2019

"EDIPO REY" SE DESPIDIÓ A SALA LLENA EN EL TEATRO CERVANTES

   "Edipo, Rey" la extraordinaria obra de Sófocles en adaptación de Alberto Ure, dirigida por Cristina Banegas  presentó su última función en la Sala María Guerrero del emblemático Teatro Nacional Cervantes el pasado domingo 16 de junio a  las 20 horas.

    Se  muestra  en esta versión el desarrollo de la tragedia griega en su máxima expresión artística,  ubicando a todos los espectadores en ese contexto, con una  historia arraigada en la mitología a lo largo de los tiempos, con  sus más oscuros secretos que poco a poco van saliendo a la luz.

    Con una majestuosa puesta en escena en  un estilo casi medieval, se  da comienzo a la función.

   Con el escenario en movimiento y una niebla que se desvanece lentamente da lugar a los Coreutas interpretados por Liza Casullo, Hernán Franco y Raquel Ameri como Corifeo, quienes con máxima firmeza expresan lo que está a punto de suceder en el palacio, generando un clima de tensión en la sala. Aparecen en escena el Rey Edipo protagonizado por Guillermo Angelelli, que se decide a  investigar acerca de la muerte de Layo, sin darse cuenta de que él es el verdadero responsable,  ya que está marcado por una profecía oscura que se va cumpliendo silenciosamente a cada paso .


    En el transcurso de esta historia van apareciendo en escena el sacerdote interpretado por  Daniel Spinelli, con quien dialoga acerca de sus inquietudes, Pablo Seijo como Tiresias y Creonte protagonizado por Carlos Defeo  con quien discute sobre su trono y sus actitudes  frente a diferentes conflictos que  el pueblo está viviendo.   Se ve la impulsividad de Edipo al querer averiguar su identidad, lo que genera al mismo tiempo algo interesante en él que es la negación, al no querer aceptar la oscura profecía, que ya se ha cumplido sin haberse dado cuenta en realidad .

    Yocasta, interpretada por Elvira Onetto, viuda de Layo al unirse en matrimonio a Edipo, quien es su hijo de sangre,  sin saberlo hace que ambos estén encaminados  a un trágico destino. 

    En escena ellos empiezan a sospechar de los hechos que van ocurriendo a través de la investigaciones realizadas por el mismo Edipo,  cuando interroga a Alberto Fernández de Rosa como el Pastor  para tratar de desenredar  los rumores oscuros acerca de él y acercarse a la verdad absoluta.

    David Palo como Mensajero del palacio y Horacio Roca como Mensajero de Corinto están al tanto de todo lo sucedido y se mantienen alertas ante cualquier suceso palaciego. 

  También vemos en escena a Sol Titiunik como Antígona y a Lourdes Solé Dolphyn como Ismene,   hermanas, niñas inocentes que son a su vez parte de esta tragedia sin fin, llevando la misma sangre que Edipo, su padre y Yocasta, su madre, que a su vez es su abuela. Ellas sufren al ver a su padre preocupado por todo que está sucediendo.

Finalmente el rey descubre su verdadero origen, afirmando por completo la profecía de su oscuro destino.  Esto genera en Yocasta cierta negación a aceptar que Edipo, su esposo, es su hijo de sangre e intenta convencer al mismo de todo lo contrario. Pero no lo logra, porque la verdad había salido a la luz por completo. La desgracia se volvió realidad y el sufrimiento cubrió de ira y dolor al rey de Sófocles dejándolo devastado por completo y sin rumbo.

   La oscuridad ha invadido el palacio entero. Se hace presente la tragedia, cuando se conoce que Yocasta se ha suicidado en su habitación, la misma donde dio a luz a su hijo y esposo. Edipo al enterarse  corre hacia el lugar del hecho, llorando a gritos por su esposa y madre, ya sin vida.  Arranca de su vestido dos botones y empieza a presionarlos fuertemente en sus ojos, quitándose la vista por completo. 


Edipo  decide exiliarse y dejar  a sus hijas a cargo de Creonte, Se le ofrece entrar en el palacio para encontrar una solución, pero la decisión ya está tomada por lo que se despide de ellas y parte con  rumbo incierto.

   Y así aparece en escena Corifeo dando el final a la obra, remarcando el carácter de esta tragedia griega. 
  
    Como espectadora me pareció una extraordinaria obra teatral. Presenciar Edipo Rey fue una experiencia maravillosa. La expresión artística en escena traspasó el alma de todos y la historia se entendió a la perfección. Además  los integrantes del elenco supieron interpretar  muy bien sus personajes, dándoles vida a cada uno de ellos en el escenario. 

 Considero que  se generó en la sala  un clima, que logró  atrapar a los espectadores, quienes quedaron fascinados como yo, ante esta increíble  tragedia griega.

Cobertura periodística a cargo de Damaris Jiménez Ávila, estudiante de 2º Año de la Tecnicatura en Comunicación Social.

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