viernes, 16 de septiembre de 2022

VISITA AL MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES DE BUENOS AIRES


    El Museo Nacional de Bellas Artes, fundado el 25 de diciembre de 1896, es una de las instituciones públicas de arte más importantes de Argentina. Posee un patrimonio sumamente amplio y nos invita a recorrer, con entrada libre y gratuita, más de 30 salas de colección permanentes donde a su vez cuenta con muestras y exhibiciones temporarias muy variadas. El museo se divide en una planta baja, donde se destacan obras acerca del arte europeo del siglo XII al XIX, arte argentino del siglo XIX, así como también podemos encontrar diversas exposiciones temporarias. Luego, en el primer piso, podemos contemplar obras seleccionadas acerca del arte internacional en el siglo XX y también obras relacionadas al arte argentino durante el siglo XX. Finalmente, en el segundo piso prevalecen las exposiciones temporales.

 Deseo comentar la exhibición del artista plástico argentino Ernesto Deira (1928-1986), titulada "Identificaciones", quien dijo en 1971 “Mi pretensión es sacudir a la pequeña burguesía, público habitual de esta clase de exposiciones, y enfrentarla, a través de un elemento simbólico, con la realidad cotidiana.”  



 La muestra presenta una serie de siete pinturas, las cuales se creían destruidas tras exhibirse en el Instituto de Arte Latinoamericano de la Universidad de Chile, en 1971. 

   La exposición se presenta en la sala 33 del primer piso, con una serie de pinturas de 1971, en blanco y negro de estilo naturalista y a mi parecer, minimalista,  focalizadas en el asesinato de Ernesto “Che” Guevara. “La intención de Deira por entonces era narrar algunos de los acontecimientos más violentos sucedidos en el mundo desde los años 60: la pobreza en el Tercer Mundo, los procesos de descolonización, la invasión estadounidense a Vietnam y, en el caso de la Argentina, los primeros actos represivos que inauguraron la década del 70” explica la directora artística del museo Mariana Marchesini.

  

  En el margen derecho de la tela, Deira interviene su mirada sobre el Cristo muerto del pintor Andrea Mantegna, mientras que en el lado izquierdo, ubica un cuerpo desnudo cuyos brazos y piernas desaparecen paulatinamente sobre el fondo de la superficie.


   Las cabezas y los torsos esqueléticos de dos niños paquistaníes en el clímax del decaimiento, descomponían la imagen que iniciaba el recorrido de la muestra realizada en la galería Carmen Waugh de Buenos Aires durante 1971.

 Todas las obras fueron realizadas en gran formato, excepto ésta, donde se distingue un rostro de perfil deformado por gruesas pero precisas incisiones. Deira se había basado en las impactantes imágenes de los soldados heridos en Vietnam.


 Cuatro pinturas de una serie, de la que  hoy se conservan solo tres, mostraban desde distintos ángulos y perspectivas un mismo cuerpo desnudo con sus miembros amputados. En cada una de las obras, se dibujaba una mano aislada sobre una forma circular. Esta imagen vincula gran parte de la serie y remite al reconocimiento del cadáver del Che, cuyas manos fueron mutiladas para preservarlas y poder realizar la identificación de sus huellas. 

   La exhibición de la obra de Ernesto Deira, que estuvo abierta al público desde el 29 de julio al 4 de septiembre, me resultó sumamente interesante, ya que da cuenta de una época que el autor supo plasmar en su obra.

Cobertura periodística realizada por Agustina Manzanzani. estudiante de 2º Año de la Tecnicatura en Comunicación Social.

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