lunes, 2 de septiembre de 2013

ENRIQUE VIII VISITA LA UNIVERSIDAD POPULAR DE BELGRANO

Una nueva propuesta del centro cultural llega al barrio de Nuñez

   Sábado por la noche, pero sin fiebre. Los espectadores se acercan al centro cultural de la Universidad Popular de Belgrano, ubicado en la calle Campos Salles 2145 de la ciudad de Buenos Aires, para presenciar la obra teatral de María Inés Falconi:“Henry”, que dará comienzo minutos después de las 21.00 hs.

   Inmediatamente al ingresar, se puede apreciar una poblada biblioteca: la Biblioteca Popular de la UPeBe. La misma funciona como tal desde hace más de cuarenta años en el barrio y recibe un importante caudal de personas de variadas edades.

 Al entrar observamos que, inmersa dentro de una luz tenue, hay una barra – bar, donde los concurrentes pueden amenizar la espera solicitando algo rico y algún trago o café mientras están en la fila. 

   El establecimiento está acondicionado para diferentes eventos, talleres y espectáculos y cuenta con gente comprometida, desde hace muchos años, a mantener el espíritu de servicio y de bien común que siempre los inspiró. 

    Esta hermosa casa guarda en su interior la sala que va a dar recepción al público de esta noche, que ya empieza a ocupar su reserva. 

    Es necesario señalar que es un recinto pequeño, ambientado en el siglo XVI, paredes con cortinas rojas sobre las que se exponen los retratos de algunas de las esposas de Henry: Catalina de Aragón, Ana Bolena, Jane Seymour, Ana de Cleves, Catalina Howard; además de lo mencionado, una cama ortopédica y una mesita son elementos que se visualizan en el escenario. 

     El relato se refiere al comportamiento de un individuo que, en algún sector de su cerebro tiene flotando el espíritu de Enrique VIII, rey de Inglaterra. 

   Él vive encerrado en una habitación, internado por enfermedades múltiples, lo que provoca en Henry a veces ira, otras ternura, llanto, pasión, despotismo. Es niño y anciano a la vez. 

     Su enfermera personal lo conoce y sabe a qué atenerse en los peores momentos de su majestad, aunque en algunos casos su paciencia parece estar desbordada.

    También, lo que resulta importante mencionar es la interpelación a los espectadores, quienes son tomados de sorpresa y, de pronto, sin saber cómo, se encuentran interactuando con los personajes a través de bailes, de juego y preguntas. 

   A la salida, la gente se encuentra con una señorita que sostiene en su mano la anunciada corona- gorra (Henry lo anticipa en el cierre), y luego busca a los actores para brindarles su saludo y su agradecimiento.

 Finalmente, al observar la retirada, es posible asegurar que, después del espectáculo y del clima vivido, el destino más próximo de estas personas sea alrededor de una mesa para seguir compartiendo y disfrutando un ratito más a Henry. 

  
Comentarios de algunos concurrentes

 “Se me pasó rapidísimo, estuvo muy buena”.

“Cuando Henry maneja a los muñequitos está genial!”

 “Por suerte no me hizo pasar a mí, me hubiese muerto de vergüenza, pero feliz de haber venido!


Cobertura periodística realizada por Belén Tambella de 2º Año de Comunicación Social.